15/11/2016 – Martes

Afrontar algo es nombrarlo. El primer enfrentamiento ocurre a oscuras, cuando el lenguaje apenas se decide a ser forma neutra sobre un fondo vasto. Entonces, elegir las palabras significa empezar a crear el significado del suceso, darle consistencia, contextura. Otorgarle el derecho a existir dentro de las categorías de lo real, y así, desfantasmizado, poder entonces asestarle los golpes decisivos. Romperle la mandíbula o dejar que te la rompa en su lugar. Pero algo concreto. Algo, en fin, con lo que se puede trabajar. Eso da calma y ánimos. Continuar leyendo «15/11/2016 – Martes»